Probablemente alguna vez viste caminar por la calle a un chico alto tomado de la mano de una chaparrita y te aseguro que en ese momento o morías de ternura o de envidia. Aunque no lo creas esto es lo más normal que puedes ver en cualquier lugar, pues incluso tú fuiste una de esas parejas disparejas.
No cabe duda de que cuando te toca, te toca, el amor llama a tu puerta y cuando se trata de una persona tan tierna no dudas en dejarlo entrar. No te importa si es alto o bajito, si es delgado o anchito, si usa o no lentes, si le gusta el mismo tipo de música o si tienen los mismos gustos, pues como dicen los románticos “Love is love”.
Una de las parejas más disparejas no sólo pueden notarse en los gustos, sino también en las aficiones, pues no basta con que él le vaya al equipo contrario de fútbol al que le vas tú, porque ganen o pierdan ustedes seguirán juntos.
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Las diferencias que tengan uno del otro es lo que los une y de no ser así, todo sería muy aburrido, monótono e tal vez ni siquiera estarían juntos. Sabemos que habrá peleas y agarrones, pero nada que no se pueda solucionar con una buena plática seguido de un abrazo y una guerra de besos, algo en lo que ambos definitivamente si coinciden y disfrutan mucho.
Así que no te mortifiques cuando pienses que peleas demasiado con tu pareja, todos tiene que pasar por altas y bajas, fortalecer su relación y pongan cada quien de su parte para que todo se solucione. Mejor tómalo de la mano y paséate con él por todos lados, presúmele al mundo que a pesar de las diferencias siguen juntos y que eso nunca va a cambiar a menos que los dos lo decidan.
Y si aún no tienes una pareja dispareja, no le tengas miedo a las diferencias, recuerda que no todos somos igual y que el peor error que puedes cometer al buscar pareja es querer que sea como tú.
¡El que no arriesga no gana!
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